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jueves, 27 de octubre de 2011

Introducción.

He aquí un pequeño aporte sobre la guerra civil salvadoreña que duro 12 años. Espero les guste y les sea de mucha ayuda, gracias!

La Guerra Civil (1980-1992)


El 15 de octubre de 1979, un grupo de militares liderados por el coronel Adolfo Majano expulsó al general Carlos Humberto Romero y formó una Junta Revolucionaria de Gobierno tras anunciar la Proclama de la Fuerza Armada. La Junta cayó tres meses después que el coronel Jaime Abdul Gutiérrez y el coronel Guillermo García, Ministro de Defensa, controlarán la transición política.

El año 1980 fue muy determinante para el inicio de la guerra civil en El Salvador, dada la serie de eventos represivos por parte del Estado y organizaciones paramilitares, replicados por acciones violentas de las organizaciones guerrilleras.

En febrero, el mayor Roberto d'Aubuisson, ex Jefe de la sección política del Departamento de Inteligencia (G-2) de la Guardia Nacional y director de la ANSESAL, una agencia de inteligencia del Ejército, apareció en la televisión vinculando a un grupo de demócratacristianos con las organizaciones revolucionarias. Como resultado de esta acción, según fuentes del PDC, fue asesinado el procurador general de la República, el Dr. Mario Zamora Rivas. En marzo el Partido Comunista Salvadoreño funda las Fuerzas Armadas de Liberación, FAL. Se recomponen dos juntas más y a la tercera se integra Napoleón Duarte en marzo de 1980. Inmediatamente, Duarte puso en práctica un programa de gobierno diseñado por asesores de Estados Unidos con las siguientes reformas políticas: se implementó una reforma agraria, la nacionalización de la banca, del comercio exterior, y del procesamiento del café y el azúcar. Asimismo, Duarte decretó el Estado de sitio y la suspensión de las garantías constitucionales, que sería prorrogada sucesivamente hasta la firma de los acuerdos de paz.

El 24 de marzo fue asesinado el Arzobispo de San Salvador, Monseñor Óscar Arnulfo Romero[25], después de haberle exigido a Estados Unidos retirar su apoyo militar al régimen salvadoreño y ordenar a la misma Junta el cese de la represión. El mayor Roberto D’Aubuisson fue posteriormente imputado como organizador del crimen, pese a que nunca se le llevó a juicio[26].

Las fuerzas de las FPL, el Partido Comunista Salvadoreño y la FARN se unificaron en la Dirección Revolucionaria Unificada, DRU, formada en mayo. Las corrientes de izquierda conformaron la Coordinadora Revolucionaria de Masas (CRM), para luego formar el 18 de abril un abanico todavía más amplio de fuerzas sociales y políticas bajo el nombre de Frente Democrático Revolucionario (FDR), cuyo directorio fue secuestrado y posteriormente asesinado en noviembre por un escuadrón de la muerte vinculado a la Policía de Hacienda.

En mayo, el mundo fue estremecido por la violenta masacre de más de 600 personas en el Río Sumpul ubicado en la frontera con Honduras. Este crimen fue llevado a cabo por fuerzas militares combinadas de El Salvador y Honduras. En el mismo mes de mayo, las fuerzas guerrilleras fundaron la Dirección Revolucionaria Unificada – Político Militar (DRU-PM), y el 10 de octubre, las mismas se organizaron bajo el nombre de Frente “Farabundo Martí” para la Liberación Nacional (FMLN); posteriormente en diciembre se une el Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos (PRTC).

En el mes de diciembre, cuatro monjas estadounidenses fueron violadas y asesinadas por efectivos de la Guardia Nacional. Duarte es elegido presidente de la junta y el coronel Gutiérrez su vicepresidente. Al final de 1980, la iglesia contabilizó 28 miembros asesinados (incluyendo al Arzobispo) y 21 detenidos, además de acciones terroristas como 14 bombas, 41 ataques con ráfagas de ametralladora, 15 robos, y 33 tomas de iglesias.

El 10 de enero de 1981, el FMLN lanzó una ofensiva general y llamó a una insurrección a nivel nacional, la cual no tuvo éxito en la toma del poder, pero fue la acción de la guerra civil propiamente dicha. En mayo el mayor D’Aubuisson es capturado (y luego liberado) por intentar organizar un golpe de Estado contra Duarte.

En septiembre de 1981, la Comisión de Derechos Humanos de El Salvador (CDHES), informó que un total de 32,000 civiles fueron asesinados por fuerzas gubernamentales o por escuadrones de la muerte vinculados al Ejército, desde que la primera junta asumió el poder en el país. Ese mismo mes, D’Aubuisson anuncia la fundación del partido Alianza Republicana Nacionalista, ARENA, y posteriormente, su postulación como candidato presidencial.

Las Fuerzas Armadas salvadoreñas también se involucraron directamente en la represión indiscriminada, siendo el más notorio de estos incidentes la denominada Masacre de El Mozote entre el 10 y el 13 de diciembre de 1981[27]. Durante una incursión del Batallón Atlacatl a esta localidad del departamento de Morazán fueron asesinados varios cientos de civiles, probablemente más de un millar, y muchos más huyeron a refugiarse a Honduras[28]. Se calcula que la junta militar recibió 1.000 millones de dólares de Estados Unidos en concepto de ayuda militar para combatir la insurgencia.

Por otro lado, debe tomarse en cuenta que la guerrilla iniciaría hostilidades tales como secuestro y asesinato de empresarios y alcaldes, destrucción de infraestructura pública, enfrentamientos armados y destrucción de objetivos militares, repartición de propaganda y extorsión a empresarios. Dichas acciones se darían repetidamente durante toda la guerra, dando paso a casos muy sonados tales como la masacre de la Zona Rosa y el secuestro y posterior asesinato en los Planes de Renderos, del empresario Roberto Poma. Dada la gravedad de la guerra, la guerrilla cometió diversos crímenes, que si bien no se equipararon en volumen con los cometidos por las Fuerzas Armadas, no pueden dejarse sin tomar en cuenta[29].

El FDR se alió al FMLN, esta vez liderado por el Dr. Guillermo Manuel Ungo, y plantearon el diálogo y la negociación para resolver el conflicto en forma pacífica. La alianza FMLN-FDR logró el reconocimiento como fuerza política representativa del país por parte de la comunidad internacional con la Declaración Franco-Mexicana en julio de 1981.

El 28 de marzo de 1982 fue elegida una nueva Asamblea Constituyente. Durante los 20 meses siguientes, la Asamblea desarrolló intensos debates en el proceso de redacción de la nueva Constitución de la República, que fue finalmente promulgada el 15 de diciembre de 1983. Posteriormente, Álvaro Magaña Borja fue nombrado presidente provisional por la Asamblea. Duarte ganó las elecciones presidenciales en 1984 ante D'Aubuisson de ARENA. Según el PDC y Duarte, D'Aubuisson y su partido de ARENA tenían lazos directos con los escuadrones de la muerte, el embajador estadounidense, Robert White, había descrito como “un asesino patológico” al fundador de ARENA

En 1984, Duarte realizó dos reuniones históricas de diálogo y negociación con la alianza FMLN-FDR, una en el pueblo de La Palma, Departamento de Chalatenango, y la segunda en Ayagualo, Departamento de La Libertad. Pero ninguna de estas reuniones dio solución al conflicto armado. En mayo de 1987, la alianza FMLN-FDR presentó su propuesta de paz de 18 puntos.

En 1989, el voto popular otorgó a Alfredo Cristiani de ARENA la elección presidencial. En abril de 1989, el FMLN presentó en Washington su plataforma para negociar el fin de la guerra. El gobierno de Cristiani se reúne por primera vez con el FMLN en México en septiembre. El 11 de noviembre, siguiendo un plan estratégico que según algunos medios de prensa Fidel Castro conocía de antemano[30], el FMLN lanza su ofensiva militar llamada “Hasta el Tope”. La madrugada del día 16, una unidad del Ejército invade la Universidad Centroamericana "José Simeón Cañas" y asesina a 6 sacerdotes jesuitas vinculados a la teología de la liberación: Ignacio Ellacuría, Ignacio Martin Baró, Segundo Montes, Joaquin López y López, Armando López, Juan Ramón Moreno y a dos de sus colaboradoras Elba y Celina Ramos[31].

La ofensiva montada por el FMLN dejó claro que no habían posibilidades de una victoria militar de alguno de los bandos[32]. Las negociaciones con ARENA continuaron con la firma del protocolo en Ginebra, Suiza, en abril de 1990, luego las delegaciones de ambas partes en conflicto suscriben en mayo el Acuerdo de Caracas con la mediación del representante personal del Secretario General de la ONU, Álvaro de Soto.

En diciembre de 1990 el FMLN lanza lo que sería la última ofensiva militar de carácter nacional y en la que se derriban los primeros aviones con misiles tierra-aire. Inmediatamente, el gobierno de ARENA firma el Acuerdo de Nueva York el 31 de diciembre, y el 16 de enero 1992 las negociaciones terminaron con la firma del Acuerdo de Paz en Castillo de Chapultepec, en México, poniendo fin a 12 años de conflicto interno. Al final de la guerra civil se contabilizó la muerte de más de 75,000 civiles salvadoreños y de alrededor de 9,000 desaparecidos.

La Comisión para la Verdad para El Salvador de las Naciones Unidas, organizada bajo el mandato de los Acuerdos de Paz, elaboró su informe titulado “De la Locura a la Esperanza” entre 1992-93 en el que publicó los resultados de la investigación de los hechos ocurridos entre 1980 y julio de 1991[33].

Consecuencias.


Se estima que la guerra dejó un saldo de 75.000 muertos, en su mayoría civiles. Si se tiene en cuenta que en la década de 1980 la población de El Salvador rondaba los 4,5 millones de habitantes, ello equivale a decir que casi el 2% de la población perdió la vida en el conflicto. Decenas de miles de personas resultaron heridas físicamente (como consecuencia de armas de fuego, explosiones, minas antipersonales, etc.) y miles de ellos quedaron con mutilaciones que los incapacitaron de por vida. Miles, también, resultaron con graves secuelas psicológicas (si se tiene en cuenta las violaciones a las que fueron sometidas incontables mujeres y las torturas y vejaciones que padecieron otros tantos hombres). Numerosos niños quedaron huérfanos de padre, madre, o ambos.
Los daños materiales fueron cuantiosos. Puentes, carreteras, torres de transmisión eléctrica, etc. resultaron destruidos o severamente dañados; la fuga de capitales, y la retirada del país o el cierre de innumerables empresas hizo que la economía del país se estancara durante más de una década. La reconstrucción de la infraestructura se ha prolongado hasta la actualidad.
Desde el punto de vista social, el costo también ha sido muy alto. La desmovilización de los ex-combatientes y su reinserción a la vida civil han sido una dura labor que aún continúa. Como consecuencia de la guerra, quedaron en manos de la población civil miles de armas de fuego, lo cual propició el surgimiento de las pandillas de jóvenes y adultos denominadas maras, dedicadas a la delincuencia y al tráfico de drogas, y que han hecho de El Salvador uno de los países (con ausencia de guerra) más violentos del mundo. Por otro lado, cerca de 500.000 salvadoreños se vieron obligados a abandonar el país. La mayoría se radicó en el estado norteamericano de California, donde los emigrados y sus descendientes se han convertido en una importante fuerza económico-laboral, y las remesas de dinero que envían a sus familiares en El Salvador se han transformado en uno de los principales motores de la economía nacional.
Desde el punto de vista político, el país se democratizó. Desde el final de la guerra civil hasta ahora, todas las elecciones realizadas en El Salvador han sido cuidadosamente monitorizadas por la ONU y otros organismos internacionales, a fin de asegurar la transparencia de los comicios. Las nuevas instituciones creadas como producto de los acuerdos de paz (Procuraduría de los Derechos Humanos, Policía Nacional Civil de El Salvador, etc.) garantizan el buen funcionamiento del sistema político, y procuran preservar a todos los sectores de la sociedad. No obstante todo ello, la guerra ha dejado una gran polarización y resentimiento en la sociedad salvadoreña.

Oscar Arnulfo Romero y su importante papel para la paz de El Salvador.


Óscar Arnulfo Romero y Galdámez (Ciudad Barrios, El Salvador, 15 de agosto de 1917 –San Salvador, (Id.), 24 de marzo de 1980) conocido como Monseñor Romero, fue un sacerdote católico salvadoreño y el cuarto arzobispo metropolitano de San Salvador (1977-1980). Se volvió célebre por su predicación en defensa de los derechos humanos y murió asesinado en el ejercicio de su ministerio pastoral.
Como arzobispo, denunció en sus homilías dominicales numerosas violaciones de los derechos humanos y manifestó públicamente su solidaridad hacia las víctimas de la violencia política de su país. Su asesinato provocó la protesta internacional en demanda del respeto a los derechos humanos en El Salvador. Dentro de la Iglesia Católica se le consideró un obispo que defendía la "opción preferencial por los pobres". En una de sus homilías, Monseñor Romero afirmó: "La misión de la Iglesia es identificarse con los pobres, así la Iglesia encuentra su salvación." (11 de noviembre de 1977)
En 1994, una causa para su canonización fue abierta por su sucesor Arturo Rivera y Damas. A partir de este proceso, Monseñor Romero ha recibido el título de Siervo de Dios. En Latinoamérica muchos se refieren a él como San Romero de América. Fuera de la Iglesia Católica, Romero es honrado por otras denominaciones religiosas de la cristiandad, incluyendo a la comunion anglicana la cual lo ha incluido en su santoral. Él es uno de los diez mártires del siglo XX representados en las estatuas de la Abadía de Westminster, en Londres, y fue nominado al Premio Nobel de la Paz en 1979.
Recordado por su noble labor por el fin de una guerra.

ERP (Ejercito revolucionario del pueblo)


El Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) fue una organización político militar de El Salvador. Fue uno de los cinco grupos armados de izquierda revolucionaria que conformaron, en 1980, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
El origen del ERP está en El Grupo, una organización armada formada por jóvenes universitarios como Rafael Arce Zablah, Alejandro Rivas Mira, Joaquín Villalobos, Ana Guadalupe Martínez, Lil Milagro Ramírez, Eduardo Sancho Castaneda y Mercedes Letona que en 1971 secuestró y dio muerte al empresario Ernesto Regalado Dueñas en una de las primeras acciones armadas de la izquierda en el país. El Grupo estaba formado por antiguos militantes de la Juventud Comunista y la Juventud del Partido Demócrata Cristiano de El Salvador que habían decidido que la lucha armada, era la única alternativa para enfrentar al régimen militar-oligárquico de El Salvador.
El ERP se da a conocer públicamente el 2 de marzo de 1972 con la operación de aniquilamiento de dos agentes de la extinta Guardia Nacional, en San Salvador. En 1973, el poeta Roque Dalton se incorpora a la organización. Durante los siguientes años, el ERP comienza a fortalecerse y a crear su estructura de comandos guerrilleros realizando trabajo de reclutamiento en las zonas rurales de la región oriental de El Salvador.
Entre 1974 y 1975, el ERP es conmovido por un profundo debate interno sobre los métodos de lucha y el liderazgo interno entre Alejandro Rivas Mira (cuyo seudónimo era Sebastián Urquilla) y Roque Dalton que termina con la detención y fusilamiento del poeta, el 10 de mayo de1975 consolidándose, Rivas Mira como máximo dirigente del ERP. El 26 de septiembre de 1975 muere en combate, Rafael Arce Zablah, ideológo de la organización. En 1977, el ERP anuncia la deserción de Rivas Mira, y nombra a Joaquín Villalobos (Comandante Atilio) como secretario general de la organización.
En 1979 comienzan los primeros contactos entre las organizaciones político-militares de izquierda para formar un frente unificado. El 10 de octubre de 1980 se funda el FMLN. En enero de 1981, se lanza la primera ofensiva militar del FMLN. Tras el fracaso del ofensiva, los grupos guerrilleros se repliegan a las zonas rurales de El Salvador. Durante la guerra, el ERP estableció sus principales bases en los departamentos de Usulután, Morazán y San Miguel, una de las estrategias de mayor suceso durante la Guerra armada fue el funcionamiento de la Brígada Rafael Arce Zablah (BRAZ)la cual se convirtió en las Fuerzas Especiales del ERP/FMLN y de lograr hechos tan importantes como la toma del Volcan Cacahuatique, lugar donde se encontraban las comunicaciones estrategias del ejército y que había sido diseñado por Asesores Norteamericanos y declarado como inexpugnable por estos. El ERP, también mantuvo fuerzas guerrilleras en la zona paracentral de El Salvador, el Volcán de San Salvador, comandos urbanos en el área metropolitana de la capital y en el Cerro de Guazapa.
Otro de los hechos más sobresalientes y que esta descrito con detalle en el libro " las Mil y Una Historias de Radio Venceremos" es el atentado contra el Teniente Coronel Domingo Monterrosa Barrios, quien fue atacado con una carga explosiva instalada en un transmisor recuperado por la Unidad "Los Brujos" del Batallón Bracamonte y mostrado como trofeo de Guerra el 23 de octubre de 1984 en Joateca, Morazán.
Es notorio destacar que el ERP fue una de las estructuras dentro del FMLN mas señaladas por las tácticas guerrlleras aplicadas en elcampo de batalla, pero también fue una de las organizaciones del FMLN que usó el arma cultural como método para transmitir sus ideas políticas, entre estas actividades, esta la fundación de la Radio Venceremos, una emisora totalmente guerrillera que trasmitía en Onda Corta en 3 trasmisiones diarias, siendo la principal a las 6 PM todos los días, convirtiéndose con el paso del tiempo, en la Vocera Oficial del FMLN.
En 1992 tras la firma de los Acuerdos de Paz de Chapultepec, el ERP desmovilizó sus fuerzas guerrilleras y participó en las elecciones presidenciales y legislativas de 1994 como parte del FMLN, que conforme al acuerdo de paz, se había transformado partido político legal. Luego de las elecciones, el ERP y la RN, adoptaron una ideología socialdemócrata y se separaron del FMLN para formar conjuntamente, un nuevo partido político denominado Partido Demócrata (PD).

vídeo impactante. (contenido muy fuerte)

Rufina Amaya, testimonio de un genocidio.




La campesina salvadoreña Rufina Amaya, a sus 64 años de edad, única superviviente y testigo de la espeluznante matanza de El Mozote durante la guerra civil en El Salvador, falleció el pasado 6 de marzo a consecuencia de un fallo cardiaco.

En 1981, Rufina Amaya y su familia, integrada por su esposo y cuatro hijos menores de edad, residían en el entonces desconocido caserío El Mozote, incrustado en la zona montañosa de Morazán, al oriente de esta pequeña nación centroamericana. Entre los días 11 y 13 de diciembre de 1981 tropas élites del ejército realizaron en el caserío y sus alrededores una operación contrainsurgente denominada Yunque y Martillo; la misión fue dirigida por el ya fallecido teniente coronel Domingo Monterrosa, quien comandaba el Batallón de Reacción Inmediata Atlacatl y que tenía la orden de arrasar "con todo lo que se moviera". El Atlacatl participó en varias masacres, como la del Sumpul; además en 1989 uno de sus pelotones fue el ejecutor del la matanza de seis sacerdotes jesuitas, incluyendo a Ignacio Ellacuría, español y rector entonces de la Universidad Centroamericana (UCA).

Los testimonios de Amaya, de entonces y después, produjeron espanto. Fueron reflejados en los periódicos más importantes del mundo, incluyendo, The Washington Post y The New York Times. Narró cómo en pocas horas los soldados torturaron a la población civil, asesinaron primero a los hombres; luego a las mujeres y los ancianos, y, finalmente, a los menores de edad. Quemaron sembrados, todos los ranchos y la iglesia. El colmo del símbolo cruel fue que los menores fueron encerrados vivos en una casa rústica llamada El Convento, detrás del templo católico, donde fueron rociados de balazos y finalmente sus cuerpos incinerados.

Ahí murieron los cuatro hijos de Rufina Amaya. Su esposo fue apresado con el resto de hombres, a quienes también fusilaron los soldados, acusándolos de"comunistas y guerrilleros".

Ella logró salvarse milagrosamente. "A las cinco de la tarde me sacaron a mí junto a un grupo de 22 mujeres. Yo me quedé la última de la fila. Aún le daba el pecho a mi niña. Me la quitaron de los brazos. Cuando llegamos a la casa de Israel Márquez, pude ver la montaña de muertos... Yo me arrodillé acordándome de mis cuatro niños. En ese momento di media vuelta, me tiré y me metí detrás de un palito de manzana [un arbusto]. Con el dedo agachaba la rama para que no se me miraran los pies", narró Rufina Amaya en declaraciones recogidas en el libroLuciérnagas de El Mozote (1996), editado por el Museo de la Palabra y la Imagen.

El testimonio de Rufina Amaya fue clave para la investigación realizada por la Comisión de la Verdad, auspiciada por las Naciones Unidas en 1993, institución que culpó a los militares del genocidio sufrido por la población civil.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) analiza actualmente una demanda contra el Estado salvadoreño a favor de las víctimas representadas por Tutela Legal del Arzobispado, institución que durante la posguerra ha logrado individualizar, hasta el momento con nombres y apellidos, la cantidad de 809 osamentas, entre ellas 400 menores de edad.

Rufina nunca abandonó los alrededores de Morazán; estuvo en los refugios ubicados en la frontera entre Honduras y El Salvador; cocinó para la guerrilla y después del fin de la guerra (1992), fue una fundadora de la Ciudadela Segundo Montes, donde sus restos mortales descansarán finalmente. Queda entre los salvadoreños tu testimonio de lo sufrido, pero también como símbolo y reto permanente de la lucha por el derecho a la justicia. (Texto ampliado al Obituario aparecido en El País, de España, en edición del 10 de marzo de 2007).

Conclusion y reflexion propia!

Nuestro hermoso país El Salvador ha sufrido 12 años de guerra, muertes, injusticias y un sin fin de criminalidades en el periodo de la guerra.
Hoy nosotros como jóvenes nos queda reflexionar por un país mejor, quedamos heridos, golpeados pero no vencidos apoyándonos los unos a los otros saldremos adelante por un mejor futuro con la ayuda de Dios.